Lentes para todos
A orillas del Amazonas, al oeste de Manaos, las aldeas que bordean el caudaloso río están muy separadas entre sí. Aquí faltan muchas cosas, entre ellas oftalmólogos, y lentes. Martin Aufmuth se traslada allí aquí con su equipo en pequeñas embarcaciones llenas de equipos oftálmicos y componentes de lentes. En una de las aldeas conoce, entre otras muchas personas, a Thalia. Aufmuth mide su discapacidad visual en menos siete dioptrías, pero Thalia no tiene lentes. “En la escuela Intento sentarme adelante y, si la letra es demasiado pequeña, le pido a la maestra que escriba más grande o voy al frente con mi cuaderno y copio de la pizarra desde allí”, dice la niña en un vídeo de Aufmuth. Pronto ya lleva sus primeros lentes y puede ver con claridad por primera vez en su vida. Aufmuth sólo tardó algo más de 20 minutos en dar forma a la armazón y montar los cristales. Así se abrió un nuevo mundo para Thalia.