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"España y Alemania intentarán convencer a Francia del MidCat"
MARIA MARGARETE
GOSSE
EMBAJADORA
DE ALEMANIA
“ESPAÑA Y
ALEMANIA
INTENTARÁN
CONVENCER
A FRANCIA
DEL MIDCAT”
Ex cónsul en Barcelona y recién llegada
a Madrid, es la primera mujer en
estar al frente de la embajada alemana
- Los ex dirigentes Helmut
Kohl y Felipe González idearon
crear una serie de cumbres
hispano-germanas que la próxima
semana tendrán su continuación
de la mano de Olaf Scholz y
Pedro Sánchez. Se espera que
ambos líderes firmen un Plan de
Acción. ¿En qué consiste éste?
- Llevamos largos
meses desarrollando este Plan de
Acción ambas partes, con el fin
de concretizar una hoja de ruta
de cooperación entre Ministerios,
en materia de Defensa, Exteriores,
Ciencia, Migración, Energía.
- Ya que se refiere a Energía,
¿está muerto el MidCat [proyecto
de un gasoducto que comunique
la Península Ibérica con Francia,
llegando hasta Alemania]?
- El MidCat es un asunto
que ha sacado a la luz pública
nuestro propio canciller, Scholz,
pidiendo que el proyecto siga
adelante, tras frenarse en 2019.
Pero la situación de antes era
bien distinta a la de hoy día. Por
eso, el proyecto nos interesa ahora.
Ambos gobiernos [Alemania y
España] estamos de acuerdo en
que necesitamos y queremos más
redes europeas para las diferentes
formas de energía, ya sea gas
o electricidad. Tenemos que
avanzar construyendo esta red,
un proyecto que conecte Portugal
y España con el Norte, lo que sería
para nosotros muy importante.
Lo que yo sé es que ambos gobiernos
vamos a seguir hablando
con los otros Estados miembros
involucrados para convencerles
de que todo esto tiene mucho
sentido, y ver cómo lo podemos
realizar. Hay que seguir dialogando
y ver cuáles son las posiciones
de los países involucrados, así
como sus intereses.
- Se está refiriendo claramente
a Francia: hablar con París.
- Supongo [risas]. Es cierto
que el MidCat es un caso concreto,
pero también hay que ver el
marco en conjunto: con la crisis
actual hay que aumentar la velocidad
de aquellos proyectos que
nos permitan diversificar todas
las posibilidades que tengamos
de suministro de energía en sus
diferentes tipos.
- ¿En qué situación queda
Italia tras la salida del Gobierno
de Mario Draghi, quien dio muchos
pasos en temas energéticos
y otros asuntos relevantes en la
Unión Europea? ¿Tiene España
una oportunidad para ocupar ese
lugar preferente?
- Italia es uno de los países
fundadores de la UE. Por eso el
entendimiento entre Alemania,
Francia y otros Estados fundadores
de la Unión siempre ha sido
muy estrecho. Yo no diría que un
país suplanta a otro simplemente
porque en Italia se haya cambiado
el Gobierno, el cual ya ha señalado
que va a seguir la dirección
de Europa. Vamos a ver primero
cómo lo hace. Hay que observar.
Pero lo más importante es
que todos los Estados tengan un
espíritu común de superar esta
crisis, y aquí sí que veo un papel
muy importante de España.
- ¿Dónde ve más claramente
ese rol destacado español?
- De la mano de Alemania
en campos como la energía, y en
concreto la energía renovable,
porque no podemos olvidar la
crisis del clima. Y es aquí donde
veo muchas opciones, muchas
posibilidades de cooperación, ya
sea en el campo de la energía solar,
del hidrógeno... Creo que ahí
tenemos que explorar.
- ¿Cómo se contempla desde
Alemania, un país altamente autocrítico
con su papel en la Segunda
Guerra Mundial, el triunfo
de un partido neofascista?
- Cada país tiene su propia
historia y su manera de tratarla.
- ¿Debería extenderse más
por Europa el cordón sanitario
que existe en Alemania por el cual
no se puede gobernar con la
ultraderecha?
- Es difícil comparar los paisajes
democráticos y los sistemas
de partido. Respecto a Alemania,
efectivamente, existe esta política
de no pactar con partidos de la
extrema derecha. Si todo esto es
comparable y no se produce en
otros países, yo no lo puedo comentar.
Yo sólo sé que hay que
verlo de manera individual, país
por país, sistema por sistema.
- Cada vez se alzan más las
voces acusando a Alemania de
haber permitido el auge de Vladimir
Putin, de haberle tendido el
ex canciller Gerhard Schröder un
puente que mantuvo bien firme
Angela Merkel.
-
Bueno, aquí debo apuntar
que para nosotros siempre ha sido
importante y absolutamente
justificado entender que Rusia es
parte de Europa, de su cultura e
historia. Era muy complicado tratar
con un país de ese tamaño y
mantener una relación de confianza
con él. No tengo que decir
que nuestra confianza se ha perdido
ya totalmente. Y va a ser
muy difícil recuperarla. Nuestra
política basada en intentar integrar
a Rusia o en tener buenas
relaciones con ella era absolutamente
comprensible en su momento.
Pero, claro, ahora es fácil
mirar hacia atrás y decir que quizá
nos confiamos demasiado. Yo
recuerdo que nuestro actual presidente,
Frank-Walter Steinmeier,
cuando ocupaba el cargo de ministro
de Exteriores, negoció mucho
con Rusia, hizo un esfuerzo
tremendo para llegar a un acuerdo
en Minsk, justo para evitar
que este conflicto que se está desarrollando
ahora tuviera lugar.
Finalmente no lo hemos logrado.
Minsk ha fracasado. Pero, ¿no se
tenía que hacer ese esfuerzo? Hago
esta pregunta, porque yo creo
que es tarea de la diplomacia intentarlo.
- Polonia o los países bálticos
siempre les advirtieron de que no
se podía confiar en Rusia.
- Es que ellos tienen una situación
histórica muy diferente.
Yo entiendo y siempre he entendido
que tuvieran otro tipo de relación
con Rusia. Existen aún heridas.
Y como ha dicho también
mi ministra de Exteriores y muchos
otros políticos en Alemania,
efectivamente, quizá hubiéramos
tenido que escuchar más y tener
en cuenta las situaciones y experiencias
de estos países.
- Esta semana se han producido
los sabotajes a Nord Stream
1 y 2, los dos gasoductos rusogermanos.
¿Qué se piensa en Berlín?
- Lo único que está claro es
que no es algo casual o natural.
Sabemos que tiene que haber sido
un acto voluntario. Pero quién
lo ha causado, con qué y cómo,
eso es lo que están investigando
las autoridades y tenemos que
esperar los resultados. El resto es
pura especulación.
- ¿Se confirma que quedan
totalmente inutilizados?
- No hay manera de arreglar
Nord Stream 1 y 2. Pero esto no
va a afectar el suministro porque
ya no había. No llevaban gas natural,
sino simple gas para mantener
la presión. Pero es una pérdida
de inversión tremenda.
- ¿Los ciudadanos alemanes
pueden estar tranquilos de que
estarán calientes este invierno en
sus hogares? ¿Se tendrá que parar
finalmente alguna fábrica?
- El nivel de almacenamiento
es de más de 90%. Hemos sustituido
en muy poco tiempo gran
parte del gas que recibíamos de
Rusia por el de otras partes: gas
líquido, gas de Noruega... De diferentes
sitios. Y por eso no hay
peligro ni para el suministro de
los hogares ni para el de las fábricas.
La pregunta crítica es el
precio: suplantar tantas cantidades
por otras significa una inversión
tremenda y los precios del
gas han subido. La cuestión ahora es el precio y no el suministro.
- ¿Teme que empiece a bullir
un malestar entre los alemanes
por la inflación y que incluso se
cuestione el apoyo a la guerra?
- El apoyo a Ucrania sigue
siendo grande, tanto de sociedad
como de gobierno. Ahora bien,
tenemos problemas por las consecuencias
de la crisis de Rusia,
pero ya teníamos problemas antes.
La inflación empezó antes de
la crisis de Rusia. Y lo que vamos
a intentar es que las cargas para
las personas más desfavorecidas,
para los consumidores con ingresos
medios y bajos, pero también
para las empresas, no sean sobrecogedoras.
No queremos dejar
a nadie atrás. De ahí todas las
medidas que tomará el Gobierno
alemán con un objetivo: garantizar
el suministro, pero al mismo
tiempo aliviar las cargas que son
consecuencias de esta situación.
- ¿Qué respuesta dará Occidente
si Putin aprieta el botón
nuclear?
- Las amenazas rusas son
completamente irresponsables,
pero no son nuevas. Todos esperamos
que estas amenazas no se
cumplan. En cualquier caso,
siempre nos coordinamos muy
estrechamente con nuestros socios
de la OTAN. También estamos
haciéndolo en este tema.
Hay que señalarle a Putin de una
forma contundente que habrá
una clara reacción por parte de la
Alianza Atlántica.
- ¿Entiende a los países como
Finlandia que no permitirán la
entrada a un solo ciudadano ruso
frente a la política germana de
abrirles las Puertas?
- En Alemania tenemos reglas:
si tu vida corre peligro por
razones políticas o estás presionado
para participar en una guerra
y temes por tu vida, se te debe
dar asilo, pues es una garantía
constitucional. Al mismo tiempo
tenemos que respetar y tomarnos
en serio los temores de los países
que comparten fronteras con Rusia
o que han tenido ciertas experiencias.
Son países muy cautos,
tienen miedo a lo que vaya a pasar,
a si puede haber infiltrados…
- Como diplomática, ¿da totalmente
por cerrada la vía del
diálogo con Putin?
- De momento va a ser difícil
poder negociar. Pero como diplomática
siempre debo decir que
en el momento en que se abra la
puerta un poquitín, tenemos que
intentar entrar.
- Es la primera vez que hay
una mujer al frente de la embajada
alemana en España, al igual
que en el Ministerio de Exteriores
germano (Annalena Baerbock),
en plena sintonía con lo
que está ocurriendo en el mundo
diplomático en general. ¿Repercutirá
en la gestión de las relaciones
internacionales?
- Existe el dicho: ‘Si una mujer
entra en una organización, la
organización cambiará a la mujer;
si entra un 50% de mujeres,
la organización cambiará’. Y quizá
si llegamos a tener en algún
momento un 50% de mujeres en
la diplomacia, ésta también cambiará.
Y no a mal.